lunes, 1 de marzo de 2010

JUVENTUD A TODA COSTA (Saint Germain)

por el amado Maestro Saint Germain
(tomado de "La Voz del YO SOY" - vol. 7)

..........En cierta ocasión en Europa, se Me acercó una señora que tenía setentiséis años de edad, y me dijo: "Saint Germain, entiendo que usted puede renovar y causar que la Perfecta Juventud Eterna se manifieste en un cuerpo como el mío." Le contesté: "Sí, puedo hacerlo." Ella dijo: "¿Lo tratará en mí?", a lo cual riposté: "¿Sabe usted lo que está pidiendo?" "Bueno"—dijo ella—"quizás no plenamente, pero es que yo sólo quiero restaurar este cuerpo a la Juventud Perfecta." ¡Hablé con ella y le expliqué! Le dije: "¿Qué cree usted que dirá el mundo? ¿Sabe lo que eso entraña para usted?" "Bueno"—dijo ella—"estoy dispuesta a asumir lo que sea". Yo dije: "Entonces usted insiste." "Sí" —dijo ella— "insisto". "Muy bien"—dije yo— "venga Conmigo".

..........En veinte días ella regresó al mundo externo como una chica de dieciséis años de edad y, ¿qué pasó? Pues que... ¡sus parientes la odiaron! La abandonaron y la aislaron por completo. Quienes creían que era la misma persona la odiaban; y otros que la habían conocido, su incredulidad no tenía límites; y ese bendito ser se vio compelida a tener que mudarse a otra parte del mundo para tener Paz y proseguir, porque una vez que la Juventud Eterna había sido restaurada... ¡ella no podía cambiarla de vuelta a lo anterior!

..........Es por eso, amados Míos, que la humanidad no comprende los sentimientos que de repente se abalanzarán. Por consiguiente, esas experiencias Me enseñaron y Me dieron mucha sabiduría. ¡Aprendí a no ceder siempre al deseo de la humanidad!

..........Pues bien, hoy en día la Gran Actividad, el Gran Espectáculo de Vida está en acción, el cual producirá, elevará y restaurará la humanidad a esa Perfección que Yo era capaz de producir (y todavía puedo) en pocos días; pero existe actualmente la necesidad de una Acción Mayor más que algún milagro que la humanidad, habiendo transcurrido algunos días, no creería ni comprendería.



J. CARRIZO

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