lunes, 18 de junio de 2012
EXITO Y PROSPERIDAD
No todo es dinero. El concepto de éxito que hay en el mundo es a nivel material generalmente. Han logrado el éxito --piensa la gente-- quienes tienen dinero, una sólida posición económica, buenos negocios, capital e inversiones, riquezas estables como casas, terrenos, etc.; pero esa es una faceta del éxito nada más, la prosperidad material, ya que no todo el éxito está ahí ni es lo único que hay. ¿Cuál es la diferencia fundamental? Como ven, el diccionario no menciona la palabra "dinero" ni posesiones materiales para dar una definición correcta de la palabra "prosperidad". ¿Por qué la gente cree que el éxito, la prosperidad se refiere totalmente al dinero y posición económica, a las riquezas materiales? Aunque dicen que todo se compra con dinero, hay muchos casos en lo que éste no funciona ni sirve para nada. Por ejemplo: No dejan de caer enfermos los personajes del mundo. Poderosos banqueros, prestigiosos comerciantes, presidentes de plenipotenciarios países, cantantes famosos, hasta agraciadas princesas reales a quienes nada falta, pasan de plano sorpresivamente. A todos esos seres, les puede llegar la enfermedad y la muerte sin que la acumulación de dinero en sus vidas les sirva, en esos momentos trágicos, para nada. También, inevitablemente, figuras exitosas de la farándula, los medios económicos o científicos llegan a la vejez y no encuentran soporte en su fama o su dinero para que el olvido no los cubra de sombras. En todos esos casos y muchos otros, la prosperidad material del dinero para nada sirve. ¿Se han de despreciar, por ello, el dinero y las riquezas? Esa es una posición extrema en la que no se debe caer, pues hay un desenfoque en todo lo extremado por falta de ajuste y de armonía. Las riquezas materiales y el dinero son buenos y necesarios; pero han de ser buscados con las bases armonizadas del equilibrio espiritual y material, los valores morales, el entusiasmo y el esfuerzo personal, la perseverancia. ¡Que la luz del corazón, el discernimiento de una mente lúcida sean el resplandor hacia la victoria! La autoestima. En el logro de la prosperidad económica, mucho tiene que ver la autoestima personal. ¿Qué es autoestima? La propia valoración, el amor hacia uno mismo con el enfoque del equilibrio para no autoensalzarse así como tampoco caer en el menosprecio. La valoración personal es algo muy fundamental para conseguir prosperidad. Hay que creer en uno mismo, en que podemos y somos capaces de realizar el éxito, en que lo merecemos. Quien no se ama y se valora a sí mismo carece de la energía que lo impulsará a luchar. Hay también que amar a nuestro prójimo, valorarlo igualmente. Causas de la limitación económica. Quienes sufren una condición de escasez en lo referente al dinero, así se lo han creado para ellos mismos; nadie más es el causante de su infortunio. Alguien que lea estas líneas puede pensar así: ¿Cómo? ¿Yo mismo he querido ser pobre? ¡Eso es absurdo! Sin embargo, no hay ninguna injusticia en lo que acontece a cada persona. Cuando llega la propia cosecha, ¿quién se acuerda de haber sembrado antes? Nos referimos, por supuesto, a vidas anteriores; también a la existencia presente donde están las causas escondidas de toda apariencia o problema por confrontar, así como también las condiciones felices de la existencia terrena. Se dan varios casos definidos sobre este particular: A) La típica conciencia de limitación y escasez crea las condiciones de vida que responden a ese patrón mental-emocional. Todo ser humano es autocreador y ha de aprender, por experiencia propia, que tiene el Poder del Padre dentro de sí para usarlo bien. Si no controla el poder mental y lo deja escapar hacia el negativo, tendrá que sufrir las consecuencias de ello. B) La situación puede ser karmática por mal uso del dinero, de las riquezas en vidas anteriores. El despilfarro, la mala administración, el egoísmo de acaparar para sí mismo a costa de atropellar a otros, la "trácala", el robo, la falta de moral y razones parecidas, sólo producen una siembra de escasez y pobreza para el futuro. El abuso del poder político, espiritual, social y moral también conduce a esta condición. Quienes roban a sus pueblos y los mantienen hundidos en la pobreza a costa del propio engrandecimiento generan, para ellos mismos, una situación de miseria bastante aguda. Igualmente, los que se apoderan de bienes materiales o espirituales pertenecientes a movimientos de luz no merecen otra cosa que pasar por graves condiciones de limitación económica en un futuro de sus posteriores vidas terrenas, para compensar y ajustar su karma. C) Una planificación previa con fines de aprendizaje y corrección. Esto se realiza normalmente en la etapa intermedia entre dos vidas; es decir: después de desencarnar (pasar de plano o "morir"). En la Cuarta Dimensión, hay una conciencia de superior nivel a la que tienen cuando viven encarnados (Tercera Dimensión). Por estar libres de las limitaciones de la carne, de la pesadez ambiental, cada individuo es capaz de ver sus errores lo mismo que sus aciertos. Pueden también pedir orientación, asesoramiento a los representantes de la Junta Kármica; luego, decide por él mismo, planifica su próxima existencia terrena con los karmas correspondientes, los cuales reconoce y acepta. Resulta la única manera de avanzar, si no quiere quedarse estancado. ¿Es posible que se haya planificado una ceguera, una parálisis, una enfermedad cualquiera, un derrumbe económico, la pobreza, la familia desajustada, el hogar infeliz, un matrimonio en fracaso...? Sí es posible y muy cierto, en bastantes casos de limitación económica. Quien está endeudado vive bajo presión y se siente infeliz, quiere pagar cuanto antes, salir de eso. Igualmente, los que compran bienes materiales a plazos desean terminar de una vez para quedar tranquilos. La conciencia de más alto nivel que tienen los desencarnados (aunque no todos) les permite planificar las condiciones de su nueva reencarnación. Sabe que su parte humana (Personalidad) no querrá afrontar los hechos e intentará escapar a como pueda; por lo tanto, le piden a su Presencia (su Padre o "Dios") que los ayude a cumplir. Las condiciones duras, difíciles que se imponen son como el alcohol que duele; pero cura rápidamente. En lo referente a la situación de escasez, ésta se arrastra de una a otra vida. Suele perdurar bastante cuando hay ignorancia acerca de los principios espirituales. Por no haber superado los conceptos de escasez, muchos vuelven a nacer pobres y la limitación de dinero los atormenta durante años. Aquí, no hay karma por pagar. D) No entrar en tentación. El poder de la riqueza es como un tobogán en descenso. Las personas se sostienen bien mientras están arriba; pero no cuando empiezan a bajar. Son muchos los que quieren pasar por tentaciones de dinero con objeto de superarse espiritualmente y lograr la humildad, difícil y bella cualidad que es como una perla del mar. Por tal razón, planifican nacer en lugares marginados o de nivel económico medio. E) El temor, la angustia, la inseguridad cierran la puerta a la abundante provisión, atormentan el vivir. Quien teme a la escasez no puede soltarla, se aferra a ella con desesperación; por lo tanto, no logra liberarse. La falta de fe en Dios y un vivir entristecido, escéptico de toda mejora económica, mantienen a las personas sumidas en el fracaso, en la inconformidad; por lo tanto, no prosperan en sus propias vidas. Solamente, cuando las riquezas se usan sin egoísmo, para beneficio también de los demás, desde lo interno, sin esclavizarse a ellas, pueden perdurar por varias vidas y dan buenos frutos. Por supuesto, no se genera una condición karmática sino darmática o de buena compensación.