Sí, es probable que hayas leído en miles de sitios web que eres especial y diferente. Pero esto ya lo sabes. A menos de que seas un Niño Diamante. En este caso es difícil que hayas encontrado mucha información.
¿Para qué estás aquí? PARA ESTAR AQUÍ.
Muchos de ustedes poseen dones muy especiales, aunque otros tiene una habilidad muy sutil.
Me refiero a una capacidad que por lo común es invisible y no se le reconoce como sucede con la habilidad para pintar, cantar, escribir, la ciencia, la danza y todas las formas de expresión creativa que tenemos los seres humanos.
No, me refiero aquí al don que te vuelve algo apartado de todos los demás en la Tierra, incluso de los Indigo, Cristal y Arcoiris... Los Niños Diamante están aquí porque es necesario que ESTÉN AQUÍ.
Tú no sientes la urgencia, ni el imperativo de cumplir con una misión, como otros chicos. Sabes que ésta implica algo más que la paz en el planeta, más que expresar amor, algo más que transformar a la sociedad, todo lo cual es hermoso y necesario, aunque también son expresiones ilusorias.
Puede que tengas múltiples habilidades, tantas que es difícil escoger sólo una...
Esto se debe a que tu capacidad es algo desconocido para la mayoría de la humanidad. Tu don principal, hermano mío, hermana, es el de canalizar energía divina al planeta Tierra. Y para hacerlo, no es necesario que escribas libros, pintes cuadros, hagas fotos, o cualquier otra cosa.
Claro que puedes hacer estas cosas, y que habrás de conseguirte una carrera que pague las cuentas. Pero tu misión especial consiste en ESTAR AQUÍ.
ESTAR AQUÍ en la Tierra por el mayor tiempo que te sea posible. Te será difícil, pero házlo.
Cera de ti la gente sanará, se armonizará, se volverán más síquicos, más creativos; florecerán.
Y esto se deberá a tu don, a tu misión, a esa habilidad invisible para traer luz hasta el corazón de la Tierra y a la humanidad.
Al ser parte de esta realidad, y al contar tu Ser con una conexión directa con la Unicidad, actúas como un camino, un canal, un hilo que une a las dimensiones.
Si se te dificulta, sitúate en el presente y deja ir, procesa, el miedo. No olvides que ahora eres parte de la humanidad, y que esto significa que tu cuerpo, tu mente, tus emociones y tu ego necesitan nutrirse y ser cuidados.