martes, 22 de enero de 2013

QUE SON LAS LARVAS ASTRALES Y COMO LIMPIARNOS

Larvas astrales: cómo purificarnos energéticamente A menudo, los pensamientos negativos o de baja vibración que nos rodean pueden hacernos sentir especialmente mal en momentos en los cuales no estamos vibrando a una alta frecuencia. Estar en un ambiente de personas que no nos desean el bien, o que envidian algo que tenemos o, incluso, algo que somos, puede terminar afectándonos si lo permitimos. Cuando estamos vibrando a una alta frecuencia (siendo optimistas, pensando SIEMPRE en positivo, queriéndonos, estando felices con hacer el bien, etcétera), las vibraciones inferiores no pueden afectarnos. Pero desde el momento en el que nosotros no vibremos de esta manera, todas estas energías inferiores pueden hacernos daño, sobre todo daño psiquico, ya que las enfermedades no son más que reflejos en el cuerpo físico del plano espiritual, mental y emocional. Esas energías al vibrar y atacar desde esos planos (sobre todo emocional), tardan en afectar al cuerpo físico una vez estemos nosotros de bajón, pero con el tiempo sentiremos que nos falta energía, las cosas parece que no nos salen bien, pensamos negativamente, e incluso con el tiempo notaremos dolores de cabeza, físicos, etcétera. El típico mal de ojo no es otra cosa que lo denominado como "larvas astrales". No son seres vivos ni seres espirituales, sino energía proyectada con mala intención que se queda en nuestra aura, pudiendo llegar a perforarla. Se les llama larvas porque esa energía para los clarividentes se percibe como unos gusanitos. Voy a dar dos formas de eliminarlos que conozco actualmente, aunque por supuesto, hay miles de formas diferentes: Con Reiki: Podemos utilizar los símbolos del segundo nivel para desintegrar estas energías. Yo usaría el símbolo mental/emocional para purificar esas energías a nivel mental y astral. Luego el símbolo del poder para potenciar el primero y darle más potencia, y finalmente, de nuevo el símbolo mental/emocional para eliminar cualquier resto que hubiera podido quedar. A través del baño de las 7 hierbas, del cual puedes saber más pinchando aquí. He pensado otras maneras pero no estoy seguro de si serían suficiente para eliminarlas, pero por probar o combinar con las anteriores no pasa nada, en todo caso amplificaríamos la limpieza: Inciensos: Podemos utilizar inciensos como el de sándalo, el de romero, ruda, incienso natural, entre otros, los cuales son potentes purificadores de energías de baja vibración. Sería simplemente pasar la varilla alrededor nuestro dejando que el humo nos toque tanto a nosotros como nuestra aura. Rezos: Hay rezos para quitar esas energías de baja vibración, pero debido a su complejidad es mejor que sólo sean realizados por las personas que son expertas, ya que un rezado mal hecho puede traer más problemas que soluciones. La Llama Violeta: Confío en esta Llama, pero no sé si será suficiente no porque la Llama en sí no sea capaz, sino por si la persona no lo realiza correctamente su visualización. En principio creo que SÍ es suficiente si se hace correctamente 3 veces al día unos cuantos días seguidos. Rituales con Ángeles: Hay varios rituales que invocan a los Ángeles para que nos ayuden a limpiar nuestro aura. Ángeles que pueden ayudarnos a limpiarnos son los del Rayo Blanco, y su Arcángel San Gabriel; los ángeles del Rayo Violeta, así como su Arcángel Zadkiel; el Elohim del Rayo Azul llamado Cristal, se le puede pedir que nos limpie todos los vehículos; así como un Arcángel llamado Ieialel, del cual pondré un ritual para invocarlo en entradas posteriores. Cuencos tibetanos: Tocar cuencos tibetanos y pasarlos mientras por nuestro aura eleva la vibración hasta tal punto que podría destruir esas emanaciones de baja vibración que se han quedado enganchadas a nosotros. Se puede incluir también en este grupo las campanas tibetanas. El símbolo Antahkarana: Se dice que ponerse encima de una cuadrícula llena de Antahkaranas durante un momento permite limpiar las malas energías. Conviene ponerlo sobre todo debajo del felpudo de la casa, limpiándose así todo aquél que entre o salga (siempre y cuando pise el felpudo donde habremos puesto debajo el símbolo).

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