sábado, 16 de marzo de 2013
ENERGIA CRISTAL
Así como la energía Índigo es una energía fuerte, dirigida, penetrante y revolucionaria, la energía Cristal es flexible, sensible, redondeada, por lo cual no confronta y choca, sino que busca la forma más empática de llegar al afuera. No se impone, sino que intenta participar, guiar y aportar a través de la comprensión y el ejemplo.
Es una energía que no desea romper sino transformar.
La energía Cristal en jóvenes y adultos
Los seres portadores de esta energía no tienen una mirada crítica del afuera sino una mirada reflexiva, y por esto muchas veces son silenciosos y parecen pasivos. Pero en realidad hay que saber que pese al silencio y a la aparente pasividad, dentro de ellos el mundo está sucediendo activamente. Solamente que, repito, esta energía jamás podría imponerse sobre otros, y por eso a menudo les es difícil encontrar la manera de exteriorizar su mundo, aunque desde ya, es importante que encuentren la forma de hacerlo.
Los seres que portan esta energía suelen mantener una amplia conexión espiritual, aunque muchos no la demuestran.
También traen recuerdos muy vivos de planos superiores; algunos son conscientes de ello, y otros sin darse cuenta lo viven como anhelos que los hacen soñadores e idealistas “sin los pies en la tierra”.
A veces se sienten solos, porque no encuentran la pareja, los amigos o familiares con quien compartir lo que traen.
Puede que muchas veces sean tomados como personas indefensas y de baja autoestima. Pero sí saben quienes son, y saben defenderse, pero no como lo hace la mayoría. No pueden pelearse, y menos físicamente, no tienen esa energía. Saben internamente, consciente o inconscientemente, que al lastimar a otros se lastiman a ellos mismos.
A menudo estos seres tienen la sensación de ser “de otro planeta”, sienten que el mundo físico es un gran desafío, y esto puede ocasionarles miedos o dificultades en encontrar un espacio donde sentirse “en casa”. Esto sucede mucho con los jóvenes de hoy, aunque la edad no es un marco para esta sensación; muchos incluso la pueden sentir en la adultez.
En los jóvenes esta dificultad se ve muchas veces en el momento de ingresar a un trabajo o iniciar una carrera universitaria, que lejos están de contemplar este mundo interno que llevan. Incluso pueden tener dificultades cuando el afuera, no comprendiendo su modo de ser, se impone y pretende obligarlos a insertarse en algún plano que ellos no desean.
Saben lo que quieren, pero muchas veces se sienten tan sensibles que prefieren no luchar contra la fuerte corriente del mundo. Otros en cambio, aquellos que han logrado creer en sí mismos, mantienen su fortaleza en el espíritu, y desde este nuevo y poderoso lugar, el mundo no se les puede negar, se abre a sus indicaciones e intenciones.