En los Sutras, Buda nos enseña a menudo que se debe
usar la propia respiración para alcanzar la concentración. Hay en particular un
Sutra; el Anapanasati Sutra, el cual trata sobre del uso que debe hacerse de la
propia respiración, para mantener la atención mental. Este Sutra fue traducido
y comentado por el Maestro Zen Vietnamita, originario del Asia Central, llamado
Khuong Tang Hoi, quien vivió aproximadamente a comienzos del siglo tercero D.C.
Anapana significa respiración (Inhalación y exhalación); y Sati quiere decir,
atención mental. Tang Hoi lo tradujo como “Vigilar la Mente”. Anapanasati Sutra
es aquel en el que se habla sobre cómo usar la respiración, para Sostener la
Atención Mental. En la colección de Sutras; Majjhima Nikaya, en el Sermón sobre
la respiración para Sostener la Atención Mental, hace el número 118 y enseña,
16 formas de utilizar la propia respiración.
En las sesiones de meditación que dirijo para los no
vietnamitas, habitualmente sugiero varios métodos que he probado conmigo mismo,
métodos muy sencillos. Por ejemplo, refiero a los principiantes del sistema de
“seguir la permanencia de la respiración”. Invito a un estudiante a acostarse
de espaldas y respirar normalmente; posteriormente lo convoco, de manera que
pueda mostrarles unos cuantos puntos muy simples como:
1) Aunque la
inspiración y la espiración es tarea de los pulmones; que tiene lugar en la
zona toráxica, la región del estomago también juega un papel. El estomago se
dilata en conjunción con el llenado de los pulmones. Se puede observar como al
comienzo de la respiración, el estomago se eleva; pero una vez que se ha
inhalado aproximadamente 2/3 del aire, comienza a descender.
2) ¿Por qué? Entre
el pecho y el estomago hay una membrana muscular llamada diafragma. Cuando se
inspira correctamente, el aire llena la parte baja de los pulmones; antes que
la alta, y cuando la parte baja está llena, el diafragma empuja hacia abajo al
estomago, haciendo que éste se dilate. Cuando se ha llenado la parte alta de
los pulmones, el pecho empuja hacia fuera; y hace que el estomago, baje de
nuevo.
3) Esta es la
razón por la que; antiguamente, la gente decía que la respiración comenzaba en
el ombligo y terminaba en las fosas nasales. Para los principiantes, es muy
útil acostarse de espaldas para practicar la respiración. Un factor importante
es mantenerse en guardia, para evitar todo tipo de esfuerzo. Realizar un
esfuerzo excesivo puede ser perjudicial para los pulmones; especialmente, en el
caso de que los pulmones sean débiles a causa de una respiración incorrecta. Al
principio, el practicante debe yacer de espalda sobre una esterilla o una
manta, con los brazos a los lados del cuerpo. No se debe apoyar la cabeza en la
almohada. Hay que enfocar la atención sobre la exhalación y vigilar su
duración. Se debe medir contando mentalmente: 1, 2, 3,… Después de varias veces
se conocerá la “duración” de la exhalación. Quizás sea 5. Luego trate de
prolongar la duración de la exhalación un poco más, de manera que llegue a ser
6 ó 7. Comience expulsar contando de 1 a 5; cuando se haya llegado a 5, inspire
inmediatamente como antes, tratando de extender la expulsión a 6 o 7. De ésta
manera, los pulmones vaciaran más de aire. Cuando se haya terminado la expulsión,
se debe hacer una pausa y permitir que los pulmones tomen aire fresco
libremente. Permítales tomar cuanto aire deseen sin hacer ningún esfuerzo. La
inhalación será normalmente más corta que la expulsión. Mantenga mentalmente
una cuenta regular, para medir la duración de ambas (Inhalación y exhalación).
El principiante debe practicar de ésta manera durante
varias semanas, permaneciendo atento a todas sus inspiraciones y espiraciones
mientras esta acostado. (Si se tiene un reloj que suene alto, puede ser usado
como ayuda para seguir la duración de ambos ejercicios: Inhalación y
exhalación). Se puede continuar midiendo la respiración mientras se camina, se
está sentado; y especialmente, cuando se está al aire libre. Mientras se
camina, se puede usar los pasos para medir la respiración, porque es un buen
método. Tras un mes aproximadamente, la diferencia entre la inspiración y
exhalación habrá disminuido; gradualmente se irán uniformando, hasta que tengan
la misma duración. Y si la longitud de la exhalación es 6, la inspiración será
también 6. Si se siente cansado durante la práctica, hay que parar. Pero
incluso; aunque uno no se sienta cansado, no se debe prolongar la práctica de
las respiraciones largas y uniformes durante un largo periodo de tiempo. 10 ó
20 respiraciones son suficientes; y en el momento en que se sienta el más
mínimo asomo de fatiga, se debe volver a la respiración normal. La fatiga es un
excelente mecanismo de nuestro cuerpo; y el mejor indicador, de si debemos
continuar o no continuar. Para medir la respiración se puede usar también
cualquier frase rítmica que nos guste. Si por ejemplo, la duración de la
respiración es de 6, en lugar de números se pueden utilizar las seis silabas
“Mi corazón late” o “mi Ser es divino”. Si la duración es de 7, “Ando sobre la
tierra” o “Mi refugio es el Buda”, etc. Si se hace caminando, cada paso
corresponderá a una silaba.
La respiración debe ser ligera, uniforme y fluida como
una fina corriente de agua sobre la arena. La respiración debe ser tranquila;
tan tranquila, que una persona sentada junto a ti no pueda oírla. La
respiración debe ser fluida con elegancia; como un río, como una serpiente de
la cruz, y no como una cadena de ásperas montañas o el galope de un caballo.
Controlar la respiración, supone el control sobre la mente y el cuerpo. Cada
vez que estemos dispersos y nos sea difícil; por distintas causas, obtener el
control sobre nosotros mismos, debemos utilizar el método del control
respiratorio. En el momento en que el practicante se siente a meditar, debe
comenzar a observar la respiración. Al principio debe respirar normalmente,
dejando poco a poco que su respiración se ralentice hasta que sea tranquila,
uniforme y la duración lo suficientemente larga. Desde el momento en que se
sienta; hasta el momento en que la respiración se haya hecho profunda y
silenciosa, el practicante debe ser consciente de lo que sucede en el mismo. El
Sutra de la Atención Mental dice: “Tomando una larga inspiración el practicante
sabe –estoy haciendo una larga inspiración-, haciendo una larga exhalación, él
sabe –estoy haciendo una larga exhalación-, haciendo una corta inspiración sabe
–estoy haciendo una corta inspiración-, haciendo una corta exhalación, sabe
–estoy haciendo una corta exhalación-“. “Experimentando la totalidad del cuerpo
(Respiración) expirare”; por tanto, se entrena a sí mismo. “Experimentando la
totalidad del cuerpo (Respiración) inspirare”; por tanto se entrena a sí mismo.
“Al calmar la actividad del cuerpo (Respiración) inhalare”, por tanto se entrena
a sí mismo. “Calmando la actividad del cuerpo (Respiración) exhalare”; por
tanto se entrena a sí mismo”.
La séptima regla de la orden; Tiep Hien, está dedicada especialmente a la utilización de la respiración. “Uno no debe perderse en la dispersión mental o en lo que le rodea. Aprende a practicar la respiración, para recuperar el control del cuerpo y de la mente. Además de la atención mental y el desarrollo de la concentra