REGISTROS AKASHICOS
Es “una dimensión del Universo donde se guardan todas las memorias del alma”. Registros Akáshicos no conforman un espacio físico, sino energético. “Somos energía y la energía no se destruye, se transforma. Entonces, todo lo que vivimos queda en ese espacio dimensional que es parte de nosotros”
- Los Registros Akashicos son el legajo de todos nuestros recuerdos, en ellos está escrito todo lo que fuimos, somos y seremos desde el comienzo de los tiempos hasta el momento presente, así como todas las posibilidades del futuro.
- El Alma resguarda en nuestros Registros Akashicos cada instante en forma detallada de las experiencias vividas, lo que sentimos, pensamos, hacemos o dejamos de hacer es grabado y filmado por nuestra sabiduría interior.
- Esta memoria sagrada vibra en nuestro ADN y esta proviene de la herencia de nuestros ancestros, nuestras vidas en los diferentes planos de conciencia así como nuestra vida presente.
- Servirnos de ellos nos permite vivir plenamente la vida desde la libertad y bondad de nuestro corazón, así como también nos ayuda a abrazar nuestra realidad aceptando y reconstruyendo nuestro programa liberando creencias y patrones de conducta que nos desafían en nuestra cotidianidad.
- Descubrir nuestro DON DIVINO y re-significar nuestra vida permitiéndonos reconocer cuál es nuestra misión para cumplir con nuestra parte en el Plan Divino.
- Reconocer y Vivir nuestra libertad y la Paz que habita en nuestro corazón. Despertando nuestra consciencia para lograr vivir en estado de presencia, aquí y ahora.
¿Por qué es tan importante saber del Akásha?
El Akasha nos abre los ojos a la dimensión profunda más allá de las cosas, el tiempo y el espacio; nos aproxima a la comprensión de la naturaleza fundamental del mundo y de nosotros mismos. Nos revela que debajo de la superficie de las apariencias hay un mundo interconectado “holograficamente in-formado” en el cual todas las cosas se encuentran inmersos en un entremado, se crean a si mismas y a través de sus conexiones cósmicas crean a todas las cosas. Nos hace consciente que realmente somos uno, nosotros, los seres humanos, el mundo, el universo, que el macrocosmos está en el microcosmos, y que nuestra acción le afecta al todo. Nos recuerda del poder creador que llevamos dentro, de las responsabilidades y las infinitas posibilidades.