Las enseñanzas de los antiguos estaban de acuerdo, a través de todos los tiempos, en reconocer la importancia de la energía sexual sobre el comportamiento del hombre.
Esta importancia es primordial. La función sexual no se limita únicamente al acto de la procreación...
Los sabios antiguos sabían, lo que los modernos han descubierto con el desarrollo de la Endocrinología: Las glándulas segregan hormonas que se vierten en la sangre e imprimen a los tejidos, a los órganos y a la conciencia, los caracteres del macho y de la hembra.
Nuestras actividades fisiológicas, nerviosas, endocrinas, mentales, físicas y espirituales están estrechamente ligadas con nuestra POTENCIA SEXUAL.
La calidad y la potencia sexual en el individuo o el abuso sexual, producen la audacia o la cobardía, la violencia, la brutalidad, el amaneramiento y los caracteres que distinguen al toro de casta del toro castrado y al fuerte caballo semental del caballo castrado.
Entre los abusadores del sexo no habrá jamás grandes conquistadores, ni filósofos, etc., etc.
De todas las glándulas, la SEXUAL es la que posee la mayor influencia sobre el cuerpo y el alma.
Los grandes poetas, los artistas geniales, los grandes conquistadores y los grandes sabios, poseían una GLANDULA PINEAL desarrollada y por consiguiente una gran POTENCIA SEXUAL.
La inteligencia, la sabiduría y las grandes capacidades en el ser humano piden para manifestarse en toda su potencia, la presencia de unas GLANDULAS SEXUALES PODEROSAS.
Cuando el hombre abusa y malgasta su energía sexual, va perdiendo su fuerza, su vigor y su inteligencia. El abuso sexual origina los DEBILES, los NERVIOSOS, los DESEQUILIBRADOS, los SICÓPATAS, los DEGENERADOS SEXUALES.
La energía sexual es una fuerza gigantesca dentro del ser humano. La energía sexual es la savia del árbol humano.
El sexo es la bodega de energía de nuestro cuerpo físico y cuando agotamos, por abuso, nuestra energía sexual, la máquina humana comienza a fallar, aumentado las enfermedades y viajando rápidamente al cementerio.
El sabio uso del sexo rejuvenece y quienes hagan sabio uso de él se conservarán jóvenes durante mucho tiempo, desarrollarán los poderes internos, vitalizarán sus cuerpos, se curarán de las enfermedades y aún curarán a las demás personas.
La humanidad actual desconoce los misterios del sexo y el ser humano ni siquiera se conoce a sí mismo. La actividad sexual que conocemos actualmente es totalmente mecánica, inconsciente, concupiscente y pasional; es una actividad sexual que destruye, enferma y acaba y en vez del más puro amor, cada vez se van desarrollando las más bajas pasiones.
La humanidad ha confundido la pasión con el amor. El amor se desconoce y por ello hay tantas tragedias y desunión en los hogares.
RELACIÓN ENTRE LAS GLÁNDULAS ENDOCRINAS Y LAS SEXUALES.
Existen en el organismo humano siete glándulas endocrinas. Cada una segrega una o varias hormonas que actúan como mensajeras y llevan órdenes a diferentes partes del cuerpo para regular procesos orgánicos como el crecimiento, la presión de la sangre, la temperatura, el calcio, el azúcar, el fósforo y lo más importante, la función sexual.
Cualquier falla de una glándula ó la utilización de hormonas sintéticas, afectan y desequilibran el sistema endocrino con toda clase de consecuencias.
La glándula que gobierna el sistema endocrino es la PITUITARIA y la glándula que le da fuerza a todo el sistema y que nos trae a la vida, es la glándula sexual.
El famoso eje hipófisis-gónada, o sea, glándula pituitaria-sexo controla la regulación hormonal en el hombre y en la mujer. En el hombre, la hipófisis está relacionada con la aparición de la pubertad al enviar a la sangre hormonas que estimulan a las gónadas.
En la mujer, la hipófisis inicia la pubertad estimulando el crecimiento de los folículos en los ovarios. Cada folículo segrega hormonas sexuales femeninas que desarrollan los caracteres sexuales en la mujer.
La vida del ser humano es una continua circulación de energía y transformación de la misma. Todo en el hombre tiene un principio y un fin, la vida comienza en el sexo y termina en el sexo.
Los órganos sexuales en el hombre producen la energía que le da la vida, la energía sexual; pero, para producir dicha energía, necesita de la energía cerebral que es considerada la materia prima tanto para la producción de esperma o energía sexual, como para el normal funcionamiento de sus glándulas endocrinas.
Realmente la vida de ser humano es el producto de la unión de un espermatozoide y un óvulo. Un solo espermatozoide reúne todas las cualidades para traernos a la existencia. Debemos recordar que en cada eyaculación, el varón pierde millones de Espermatozoides.
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Namaste
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