miércoles, 31 de julio de 2013
SIGNOS ZODIACALES, CRSITALES , NUMEROS, TALISMANES.... parte 1
Dado los pedidos realizo este mìnimo trabajo para ir entrando en tema desde puntos de vista astrològico, cabalìstico, etc
ARIES
PLANTAS Y GEMAS- flores rojas, tulipàn, crisantemos, cerdeña.
PIEDRAS: ROJAS
TALISMANES: ACERO, HIERRO, ESCUDOS HERALDICOS ( PARA DAR UNA IDEA) , ESTA MUY CAPACITADO PARA TRABAJOS ALTERNATIVOS.
NUMEROS: 9 ,18 ,27, 36, 45, 54 ,63, 72, 81, 90. ESTOS LOS PUEDES ESCRIBIR, LLEVAR CONTIGO SON ESCUDOS
TAURO
PLANTAS, GEMAS Y TALISMAN- ojo de tigre para el mal de ojo usado ya desde el antiguo Egipto, òpalo, citrino, celina, heliotropo, jazmìn en todos sus tipos
Esto ademas de ser talismanes los ayudara cuando sienten rabia emocional y a atraer el dinero
NUMEROS: 6, 15, 24, 33, 42, 51, 60, 69, 78, 90
METALES: LATON, BRONCE BIEN LIMPIO, TE AYUDARA CON TEMAS DE PERSUASIÒN Y SE ACOMPAÑA CON LA CARTA DEL EMITAÑO QUE LLEVA SU LUZ INTERIOR Y SU CETRO
CANCER
GEMAS: ALPACA, SELENITA, PERLA, PLATA PIEDRA DE LA LUNA
METAL Y TALISMAN: PLATA CAMO CANCER LE CORRESPONDE EL NUMERO 2 (NUMERO REGIDO POR LUNA)PODRIA TENER O LLEVAR PUESTO ALGO EN LATA CON DOS BARRAS, ACA NO IMPORTA TAMAÑO
NUMEROS: 2, 11, 29, 38, 47, 56, 65, 74, 83, 92
LO VA A AYUDAR EN NEGOCIOS O COMO ASESORES, FORJAR SUS METAS
LEO
METALES: BRILLANTES, DIAMANTES, ORO, CIRCONIAS PORQUE BRILLAN COMO ESTRELLAS BIEN FACETADAS
NUMEROS: 1, 10, 19, 28, 37, 46, 64, 73, 82, 91
PARA LEO: YO SOY EL PODER, ES UN MALABARISTA
DENTRO DE ESTOS METALES Y NUMEROS LOS UTILIZA COMO TALISMANES
CONTINÙA PARTE 2
LIC. PATRICIA SANTANA ALANIS
martes, 30 de julio de 2013
COLORES Y PROPIEDADES
Los colores y sus propiedades
Rojo
Es un color estimulante. El uso del rojo está indicado en el tratamiento de los desórdenes energéticos como apatía física, anemia, bronquitis, estreñimiento por atonía digestiva intestinal, reuma causado por el frío, escalofríos, catarros, falta de hemoglobina, frigidez, esterilidad, hipotensión, neurastenia y tuberculosis. A nivel psicológico es estimulante, facilita la extraversión. Su abuso puede provocar agresividad, irritación y fatiga.
Naranja.
Es el símbolo de la energía femenina, creación, amistad, vida, alegría y felicidad. Influye en la vitalidad física y el intelecto. En el plano psicológico favorece los procesos de eliminación de residuos, trata la aflicción, pesar, pérdida, dificultades de relación, problemas de introversión, favorece los cambios y da valor para afrontar la vida. A nivel físico se utiliza para tratar el asma, bronquitis, epilepsia, trastornos mentales y musculares, calambres, reumatismo, desgarros, dolor de ligamentos, fracturas óseas, cálculos renales, espasmos intestinales, hipotiroidismo, prevención de tumores malignos, estreñimiento y dificultades menstruales. La ropa de color naranja ayuda a equilibrarse, aumenta el optimismo y el tono sexual y elimina las inhibiciones y la parálisis psicológica.
Amarillo
Es el color del intelecto. Estimula el cerebro, el sistema nervioso, facilita la concentración, mejora los reflejos, ayuda a concretar objetivos y superar miedos, cura la depresión, facilita el otorgamiento de sentido a la vida, la asimilación de los alimentos, la digestión y la relajación. Indicado en los casos de parálisis, reumatismo muscular, estreñimiento, indigestión crónica, inflamación abdominal, desarreglos del páncreas y vesícula biliar, hígado sobrecargado, parásitos intestinales, dolores de cabeza, impurezas en la sangre, falta de concentración, pesimismo, alteraciones de la piel y trastorno bipolar. Los alimentos de color amarillo favorecen la pérdida de peso, ya que eliminan el exceso de grasa del cuerpo. Es un eficaz antidepresivo que se recomienda mirar, beber, comer y llevar puesto.
Turquesa
Se emplea para reforzar el sistema inmunológico. Se utiliza en infecciones y enfermedades infecciosas, calma y disminuye las inflamaciones y ayuda al disfrute de la vida familiar. Es un color relacionado con la garganta, el pecho y la tiroides; alimenta el sistema nervioso central, estimula el discernimiento y restablece la paz.
Verde
Es el color del equilibrio y la armonía. tratar el cansancio físico y las heridas, produce regeneración celular, se utiliza en el tratamiento de tumores malignos, para aumentar las defensas del sistema inmunitario, en las afecciones cardíacas, los problemas del sistema circulatorio, los dolores de cabeza, las neuralgias, los trastornos del sueño, la inestabilidad emocional, potencia la capacidad de adaptación, favorece la relajación física, tiene propiedades antisépticas y desintoxica. El uso del verde tonifica, alivia el estrés, el cansancio y los dolores de cabeza, ayuda con los problemas de hígado y resulta beneficioso en los casos de claustrofobia. Los alimentos verdes desintoxican, aumentan el vigor y la resistencia física, y tonifican el cuerpo.
Azul
Simboliza la paz y tranquilidad. Se emplea para tranquilizar, tratar las glándulas tiroideas y paratiroideas, la garganta (laringitis, amigdalitis y bocio), la rigidez de cuello, la incontinencia, las inflamaciones, el insomnio, las dolencias de la infancia como la dentición, o los problemas de oídos y garganta. Sirve para reducir la fiebre, estimular los ganglios linfáticos, eliminar los residuos celulares del cuerpo, el tratamiento del cansancio psíquico y del estrés, miedo, palpitaciones e insomnio, picaduras, dolores de cabeza, hemorragias, hipertensión, estrés, vómitos, tos nerviosa, infecciones, inflamación de ojos, reglas dolorosas, dolor de muelas, espasmos estomacales, epilepsia, llagas en la boca, quemaduras, dolores vertebrales agudos y picaduras.
Violeta
Simboliza la espiritualidad y la intuición. Se utiliza en cromoterapia para calmar el sistema nervioso, tratar el insomnio y los trastornos psíquicos como la esquizofrenia; estimula la fabricación de leucocitos, elimina toxinas, cura inflamaciones y la ciática. Su uso se recomienda para angustias emocionales, celos, envidias, nerviosismo, miedos sin causa, asma, bocio, cataratas, cistitis, estados de cólera, enfermedades del cuero cabelludo, inflamación de los nervios, epilepsia, insomnio, indigestión, irritación de la piel, lumbago, meningitis, neumonía, pérdida de memoria, problemas reumáticos, de la vesícula, del bazo y los riñones, debidos al frío o a la humedad, desintoxicación de la sangre, tumores, cáncer y SIDA.
Magenta
Es un color espiritual, que permite descartar ideas y pautas de pensamiento que ya no sirven. Actúa sobre cuerpo, mente y espíritu. Utilizado para tara tratar los aspectos emocionales de la persona, en casos de sinusitis, zumbido de oídos, quistes benignos y desprendimiento de retina.
HISTORIA DE LA CROMOTERAPIA
Historia
Hipócrates
usaba ungüentos y bálsamos de diferentes colores y el médico árabe Avicena, en el siglo IX escribió sobre las propiedades del color en el tratamiento de las enfermedades. Aunque durante unos siglos la cromoterapia estuvo olvidada, en el siglo XVIII científicos y filósofos se interesaron por ella y en el siglo XX empezó a utilizarse de nuevo con fines terapéuticos. Una gran aportación fue el test del color de Lüsher, que estudiaba la influencia de los colores en las diferentes partes del sistema nervioso autónomo, el metabolismo y las secreciones glandulares. El estudio del espectro solar mostró que está compuesto por una infinidad de matices luminosos y Newton en 1666 demostró que la luz blanca se podía descomponer en los siete colores que percibimos a través de la vista. Se puede decir que los colores son la parte visible para el ser humano de la radiación solar. Entre las radiaciones no visibles se encuentra los rayos infrarrojos, la electricidad, las radiaciones ultravioletas, los rayos x, las radiaciones nucleares, etc.
La cromoterapia está presente en la naturaleza. La altitud influye en la distribución del color. Mientras en cuevas y sótanos está presente el negro y los infrarrojos, a nivel del mar, en la sabana y en las llanuras aparecen el rojo y el naranja; en la meseta y los campos cultivados se da el amarillo, en las colinas y montañas suaves, el verde, en los ríos de montaña el azul, en montañas elevadas y profundidades marinas, el índigo y violeta y en el cielo el blanco.
Según la cromoterapia, para que la alimentación sea adecuada se debe tener en cuenta los colores de los alimentos. Los alimentos de color rojo, naranja y amarillo son revitalizadores y estimulantes; los verdes equilibran el cuerpo y sirven de tónico, los azules, añil y púrpura son tranquilizantes y refrescantes. El rojo está presente en mariscos, carnes rojas, sal alcohol y semillas. El naranja se encuentra en los los derivados lácteos, carnes blancas, azúcar, miel, y aceite de oliva. El amarillo lo contienen el pescado, legumbres, carne de ave y aceites ligeros como el de maíz. El verde se encuentra en en cereales, frutas y verduras. el azul está presente en algunas verduras y ensaladas y el índigo se encuentra en las infusiones y el violeta en el agua y el aire.
CROMOTERAPIA
¿Cómo podemos definir a la Cromoterapia?
Consiste en utilizar el color para tratar enfermedades físicas y trastornos emocionales. Reúne aportaciones de la psicología, medicina, arte y física. Los colores tienen la capacidad de calmar, inspirar, excitar, equilibrar o alterar nuestras percepciones, lo cual llevó a considerarlos como instrumentos terapéuticos por sí mismos. Cada color emite unas vibraciones características que nos llegan de distinta manera y producen efectos diferentes.
La cromoterapia utiliza ocho colores que son el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el turquesa, el azul, el violeta y el magenta.
Los 7 Aceites Sagrados para los 7 Chakras Físicos
Los Aceites Sagrados son elaborados en Egipto mediante un antiguo método alquímico de extracción del aceite esencial de la planta a través de un aceite base portador que captura la molécula del aceite esencial para evitar la evaporación de éste, ya que los aceites esenciales se caracterizan por ser de volatibilidad inmediata.
Desde diferentes fuentes provenientes del Antiguo Egipto, nos llegan nombre y usos de estos Siete Aceites Sagrados.
Sabemos que su uso por parte de los sacerdotes se relacionaba con el nivel iniciático que el sacerdote había alcanzado.
COMENZAMOS DESDE LOS AZTECAS
Los 7 Aceites Sagrados para los 7 chakras físicos son:
ÁMBAR ROJO, que se corresponde vibracionalmente con el primer chakra
MUSK O ALMIZCLE, cuya correspondencia en octava vibracional la hace con el segundo chakra
JAZMÍN, aceite que entra en resonancia vibracional con el chakra tercero
ROSA, el aceite por antonomasia de la perfumería tradicional. Es un aceite clave en nuestros días ya que la correspondencia la establece con el chakra cuarto.
ÁMBAR CACHEMIR, aceite sagrado que vibra en sintonía con el chakra quinto.
SÁNDALO, cuya vibración entra en resonancia con el sexto chakra.
LOTO, antiquísimo aceite que se usa para realizar la conexión espiritual a través de nuestro séptimo chakra.
DE LA AROMATERAPIA A LOS CHAKRAS PARTE 2
En la activación de los chakras con aceites esenciales, se aplican ambas formas de transmisión. Utiliza una esencia diferente para cada chakra. No obstante, todos los aceites florales de fragancia dulce, por ejemplo, tienen un efecto armonizador sobre el chakra sacro, aun cuando se recomiende aplicarlos en parte a otros chakras. La lavanda, además, es adecuada para relajar el chakra frontal; el romero también actúa estimulando el chakra radical, etc.
Al efectuar tu elección, guíate por las recomendaciones, por tu intuición y por tu nariz.
La aromaterapia es particularmente adecuada para unirla con la visualización cromática, con las diferentes formas de terapia por el sonido y con la gemoterapia. Su mejor complemento es, no obstante, la terapia respiratoria.
La respiración sirve como intermediario en el intercambio energético entre las esencias y los chakras, y al respirar las esencias, introduces dentro de ti las vibraciones de los aceites.
Utiliza los aceites esenciales en disolución al 10 por 100 con tu aceite vegetal de preferencia (aceite de jojoba, aceite de almendra, aceite de sésamo, etc.) si deseas aplicarlos directamente sobre la piel, o vierte dos gotas de la esencia pura sobre un algodón que después colocarás sobre el chakra correspondiente.
Lo mejor es que previamente prepares cerca de ti todos los algodones que vayas a utilizar. En este caso, empieza también por el chakra basal. No apliques nunca la siguiente esencia hasta que con la conciencia hayas pasado al siguiente chakra al cabo de unos minutos. Si utilizas otras formas de terapia sin recurrir a la aromaterapia, puedes utilizar barritas de incienso, o el aroma de una lámpara, para dar un toque de fragancia a tu método. Para ello, elige un aroma acorde con tus sensaciones.
Después, deja que los aromas te embriaguen, te eleven y te transporten a nuevas esferas vivenciales
DE LA AROMATERAPIA A LOS CHAKRAS PARTE 1
La aromaterapia seguramente fue uno de los primeros encuentros del hombre con el poder sanador de los hermanos vegetales. En la primera cocción o en el primer fuego, seguramente se experimentó la transformación de los vegetales en sahumadores. El olfato no comenzó con el fuego, y el bello aroma de algunas plantas, debió ser conocido como sanador. Por eso cada pueblo en la antigüedad tenía su aromaterapia, y también ahora, en la época de la globalización, conocemos varios aceites con efectos similares, eso es bueno porque las posibilidades se amplían logrando una mayor sutileza.
La aromaterapia es una antigua forma de medicina natural que armoniza desde lo físico y lo emocional, hasta lo mental y lo espiritual. Es un tratamiento holístico, pero para que los resultados sean más completos, además de una consulta para saber el estado emocional y la búsqueda de cada uno, se combinan masajes y baños aromáticos. Se completa con un preparado sobre la base de cremas o aceites base con aceites esenciales y remedios florales.
La aromaterapia armoniza rápidamente problemas emocionales, pero si el desequilibrio se manifiesta en lo físico, se necesita más tiempo. En caso de enfermedad manifiesta, debe completarse con un tratamiento médico.
La aromaterapia permite que veamos la atmósfera de otro color y los problemas desde otro punto de vista. Este tratamiento no reemplaza la medicina tradicional, sino que la acompaña y hace que sus efectos sean más rápidos y duraderos, porque llegan a la raíz emocional, despertando nuestras propias energías de curación. Ayuda a eliminar los efectos desagradables o tóxicos, y nos armoniza y nos fortalece para poner «de nuestra parte» la energía necesaria para la curación.
Todas las plantas, los animales y las personas tienen su propio olor inconfundible, aun cuando a veces sólo puedan percibirlo y diferenciarlo quienes poseen un olfato muy refinado.
En el olor se manifiesta su personalidad, su peculiaridad específica, y también su estado de salud o de enfermedad. Los olores agradables siempre se han asociado con el bienestar, con la armonía y la alegría de vivir. Un bebé sano recién nacido irradia un sutil aroma maravillosamente dulce que recuerda al melocotón maduro. Algo similar puede constatarse en las personas que han purificado completamente su cuerpo por el ayuno repetido, la alimentación sana y la meditación.
En cuanto nos llega a la nariz cualquier olor agradable, de forma automática inspiramos más profundamente, inundamos nuestros pulmones de ese aire vivificador preñado de aromas, y nos sentimos estimulados y activados. Por el contrario, ante un olor desagradable contenemos involuntariamente el aliento; sentimos que al respirar introducimos en nosotros algo enfermo, desagradable, algo que no favorece la vida en nosotros. Pero el hecho de que percibamos algo como agradable o como desagradable depende tanto de nuestra evolución como de nuestra forma de vida.
En otros tiempos, los lugares sagrados, los reyes, jerarcas y sacerdotes, estaban siempre rodeados de aromas y fragancias. Los sahumerios, con mucho la forma más temprana de aromaterapia, la empleaban, por ejemplo, para mantener alejada la peste y otras enfermedades. Las fragancias aromáticas se utilizaban para expulsar los malos espíritus, para invocar a los dioses y para que el hombre entrara en consonancia con las esferas celestiales.
Griegos, egipcios, babilonios, indios y chinos, por nombrar sólo algunos pueblos, utilizaron las esencias aromáticas para corregir el desequilibrio en el hombre y para armonizar las energías, para curar y prevenir enfermedades, para purificar y depurar, para estimular y relajar.
Las esencias de las plantas, cada una con su propio mensaje, aguardan a poder servir al hombre con sus colores, sus sustancias activas y sus aromas, contribuyendo así a aportar a los tiempos futuros más armonía, salud, alegría de vivir y una conciencia mayor.
Dado que las plantas hunden sus raíces en la tierra y dirigen sus hojas y flores hacia la luz, reciben el alimento de las energías del cielo y de la tierra, haciendo surgir de ellas belleza, color y aroma, y transmitiendo todo ello al ser humano. En sus esencias aromáticas, las plantas conservan su sustancia más íntima en estado de pureza intacta, para dejarla fluir generosamente en un momento dado. Su fragante alma se une con nuestras fuerzas espirituales y desencadena en nosotros procesos de transformación.
Todos hemos experimentado en ocasiones cómo se transforma la atmósfera de una estancia cuando se propaga por ella el aroma de una barrita de incienso o de una lámpara aromática. En ese «clima» modificado, nos sentimos más ligeros y sueltos; nuestro espíritu se hace más claro y nuestra capacidad de percepción más transparente. Es como si la sutil, ligera y etérea sustancia de nuestra alma recordara que también ella tiene alas, que la gravidez y la oscuridad de los problemas agobiantes no pertenece a su auténtico ser, que es libre y puede elevarse por encima de los límites del espacio y del tiempo. De esta forma, bajo el influjo de las esencias aromáticas, podemos dejar realmente atrás los sucesos, o bien verlos de forma más objetiva y, por tanto, en su auténtica perspectiva. El ligero y transparente sentimiento de alegría puede hacer su entrada en nosotros; nuestra percepción se abre a dimensiones inhabituales de vivencias más sutiles y de percepción ampliada del tiempo.
Un buen número de investigaciones indican que, mediante los olores, se desencadenan las impresiones sensoriales más fuertes, y que las esencias aromáticas influyen directamente sobre nuestra actitud psíquica.
El sentido del olfato es la función sensorial que más intensamente está ligada a las informaciones almacenadas en nuestro subconsciente. Seguro que conoces el fenómeno siguiente: cuando encontramos un olor que nos acompañó durante una vivencia pasada, vuelven a emerger recuerdos largo tiempo olvidados, reviviéndose ante nosotros imágenes, sentimientos y estados de ánimo de un instante pasado. En general, las experiencias que recordamos de esta manera son experiencias hermosas. De modo que estas sustancias volátiles actúan sobre un plano profundo y fundamental de nuestro ser, en un ámbito situado más allá de nuestros bloqueos y de las vivencias procesadas, en un lugar del alma donde estamos muy cerca del ser puro, como en los momentos de alegría inmediata por la existencia que recuperamos con el recuerdo a través del medio de los aromas. Los aceites esenciales tienen la facultad de llevarnos a esos planos del bienestar y de disolver los bloqueos que nos obstaculizan el camino.
Las fuerzas anímicas, etéricas y no materiales de las plantas afectan al cuerpo energético no material del hombre, en el que también se asientan los chakras, y despliegan en él su efecto curativo y armonizador.
Como es natural, para la aromaterapia aplicada a los chakras, deberás utilizar sólo esencias vegetales puras. Todos los aromas fabricados artificialmente carecen de la fuerza activadora de las plantas, al igual que carecen de la compleja e intrincada variedad de sustancias activas que sólo pueden originarse en el jardín de la Madre Naturaleza. Este mundo de la fuerza natural de los aromas está vedado a los consumidores de perfumes sintéticos modernos.
Como las esencias son sustancias orgánicas naturales, su efecto está en consonancia con las necesidades del cuerpo y del alma. Con frecuencia tienen un efecto normalizador, es decir, poseen la tendencia a proporcionar un estado general sano y armónico.
Ante todo, las sustancias aromáticas deben olerse aisladas, sólo así pueden desplegar de forma óptima sus efectos. Sin embargo, es evidente que las moléculas aromáticas que inspiramos no las transportan sin compañía. Además, emiten vibraciones que también ejercen un efecto sin el medio intermediario que es la nariz. Por ejemplo, se ha observado cómo una hembra de pavo real atraía a docenas de animales machos desde kilómetros de distancia, aun cuando volaran en contra del viento y el olor no pudiera alcanzarlos. Este fenómeno de las vibraciones puede explicar, entre otras cosas, por qué las sustancias aromáticas también ejercen su efecto a través de la piel.
lunes, 22 de julio de 2013
DIFERENTES TIPOS DE PERSONAS VIRICAS
Seguro que usted se ha visto alguna vez en esa situación en la que después de mantener una conversación con un amigo se ha sentido desolado, ha contemplado el mundo con más tristeza y menos entusiasmo que antes de empezar la conversación, o ha pensado: “Madre mía, a este amigo no le pasa nada bueno, siempre tiene una queja”.
Y en situaciones extremas, ha escuchado el teléfono, ha visto el nombre de la llamada entrante y ha dejado de atenderlo porque sabe que esa persona, de alguna manera, le va a complicar la vida: le va a contar un nuevo problema o seguirá hablando de su monotema, por lo general con temática “desgracia”. La pregunta que uno se plantea siempre después de pasar un rato con las personas víricas es: “¿Y yo qué necesidad tengo de estar oyendo esto?”.
¿Quiénes son las personas víricas? Aquellas que llegan y le contagian de mal humor, de tristeza, de miedo, de envidia o cualquier otro tipo de emoción negativa que hasta ese momento no se había manifestado en su cuerpo. Es igual que un virus: llega, se expande, le hace sentir mal y cuando se aleja, poco a poco, usted recobra su estado natural y, con suerte, lo olvida.
El origen de la persona vírica puede ser variado: el mal genio, la envidia, la falta de consideración, el egoísmo, la estupidez o la falta de tacto. Lo importante es verse con recursos suficientes para protegerse del contagio. El mundo está lleno de personas víricas de diferentes tipologías, unas menos dañinas y otras malévolas que dejan memoria y cicatriz.
Víricos pasivos. En esta categoría incluyo a los victimistas, los que echan la culpa de todo su mal a los que tienen alrededor, nunca son responsables de lo malo que les ocurre porque son los demás o las circunstancias los que provocan su malestar. Si les escucha y a usted le va bien, llegará a sentirse mala persona por disfrutar de lo que los victimistas no tienen. Y no porque no tengan posibilidad de hacerlo, sino porque han aprendido a obtener la atención a través de la queja y eso es cómodo. Se sienten maltratados por la vida y abandonados de la suerte. Por supuesto, le hacen sentir mal a quien no les presta la atención de la que se creen merecedores. Con estas personas sufrirá el contagio del virus tristeza, frustración y apatía.
“Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien” (Víctor Hugo)
Víricos caraduras. Son los que siempre le pedirán favores, pero a la vez no son capaces de estar atentos a sus necesidades. No mantienen relaciones bidireccionales en las que entreguen tanto como reciben. Tiran de otros sin preguntarles si están bien, si necesitan ayuda, si les viene bien prestársela en ese momento. Son egoístas y egocéntricos, y en el momento en el que se deja de satisfacer sus necesidades comienza la crítica y el chantaje emocional. Con estas personas sufrirá el contagio del virus “siento que abusan de mí”, aprovechamiento y resignación.
Víricos criticones. Viven de vivir la vida de otros porque no les vale con la suya. Su vida es demasiado gris, aburrida o frustrante como para hablar de ella, así que destrozan todo lo que les rodea. No espere palabras de reconocimiento hacia los demás ni que hablen de forma positiva de nadie, porque el que a los demás les vaya bien, les potencia su frustración como personas. No saben competir si no es destruyendo al otro. Arrasan como Atila. Con estas personas sufrirá el contagio del virus desesperanza, vergüenza, incluso culpa si participa en la crítica. Y la culpa luego arrastra al virus del remordimiento.
Víricos con mala idea. Manténgalos bien lejos. Están resentidos con la vida, ya sea porque no han sido capaces de gestionar la suya o porque la suerte no les ha acompañado. Anticipan que las personas son interesadas y no esperan nada bueno de ellas. Todo lo interpretan de forma negativa, a todo el mundo le ven una mala intención. Viven en un constante ataque de ira, como si el mundo les debiera algo. No soportan que otros tengan éxito, esfuerzo y fuerza de voluntad, porque estas actitudes de superación les ningunean todavía más. Con estas personas sufrirá el contagio del virus indefensión, inseguridad, impotencia y ansiedad.
Víricos psicópatas. Para los que no lo sepan, no hace falta ser asesino en serie para ser un psicópata. El psicópata es aquel que inflige dolor a los demás sin sentir la menor culpabilidad, remordimiento y sin pasarlo mal. De estos hay muchos de guante blanco. Son los que humillan, faltan al respeto a propósito, pegan, amenazan y provocan que se sienta ridículo, menospreciado, y se cargan la autoestima. Ante ellos, salga corriendo, porque el que lo hace una vez, repite. Si le permite que le maltrate, usted terminará pensando que ese es el trato que merece. Con estas personas sufrirá el contagio del virus miedo y odio. Muy difícil de erradicar, perdura durante mucho tiempo en su memoria.
Mecanismos de defensa. Para evitar el contagio de los víricos victimistas, lo primero que hay que hacer es pararles. Decirles que estará para ayudarles a tomar decisiones y solucionar problemas, pero no para ser el pañuelo en el que ahogan sus penas sin implicarse. Estas personas se acostumbran a llamar la atención con sus desgracias, pero son incapaces de responsabilizarse y actuar porque optan por el camino fácil: llorar.
Dígale que estará encantado de ayudarle siempre y cuando se movilice. Y si no lo hace, decida alejarse de alguien que ha tomado la decisión de ser un parásito toda la vida. No lo está abandonando, le está dando aliento para que actúe. Si decide no tomar las riendas de su vida, ser su paño de lágrimas, tampoco será una ayuda. Se gasta la misma energía quejándose que buscando soluciones. La primera opción consume y resta, y la segunda suma.
QUE ES UNA PERSONA VIRICA?
L as personas víricas son las que llegan y le contagian de mal humor, de tristeza, de miedo, o emoción negativa. Es igual que un virus: llega, se expande, le hace sentir mal y cuando se aleja, usted recobra su estado natural y, con suerte, lo olvida.
El origen puede ser el mal genio, envidia, falta de consideración, egoísmo, estupidez o la falta de tacto. Lo importante es verse con recursos suficientes para protegerse del contagio.
Víricos pasivos son los que echan la culpa de su mal a los que tienen alrededor, nunca son responsables porque son los demás los que provocan su malestar. Si les escucha y a usted le va bien, llegará a sentirse mala persona por disfrutar de lo que los victimistas no tienen. Y no porque no tengan posibilidad de hacerlo, sino porque han aprendido a acaparar la atención a través de la queja. Hacen sentir mal a quien no les presta la atención que pretenden. Con estas personas sufrirá el contagio del virus tristeza, frustración y apatía.
Víricos caraduras son los que le pedirán favores, pero a la vez no son capaces de atender a sus necesidades. Son egocéntricos, y en el momento en el que se deja de satisfacer sus necesidades comienza la crítica y el chantaje emocional.
Los víricos criticones viven la vida de otros porque no les vale con la suya. Su vida es demasiado gris, aburrida o frustrante como para hablar de ella, así que destrozan todo lo que les rodea.
Hay que mantener alejados a los víricos con mala idea. Están resentidos con la vida porque no han sabido gestionar la suya. Todo lo interpretan de forma negativa y en todo ven una mala intención. Viven en un ataque de ira, como si el mundo les debiera algo.
El psicópata es aquel que inflige dolor a los demás sin sentir culpabilidad ni remordimiento. Hay muchos de guante blanco. Son los que humillan, faltan al respeto, amenazan y provocan que se sienta menospreciado, y se cargan la autoestima.
Para evitar el contagio hay que pararles. Estas personas se acostumbran a llamar la atención con sus desgracias, pero son incapaces de responsabilizarse.
Ante el virus de pedir, el antivirus de decir no. Una cosa es ser solidario y otra distinta es estar a disposición de todos y nunca para uno mismo.
No permita que la persona vírica, criticona, haga juicios de otras personas que no estén presentes. No entre en su juego. No permita que alguien le falte al respeto ni le maltrate ni psicológica ni físicamente. Todos merecemos un trato digno.
El que le daña no le quiere; olvídese de justificarle por su pasado, su carácter, su educación, el alcohol o sus problemas. Nada autoriza la falta de respeto. Esto es válido en el ámbito familiar, laboral y entre los amigos. Tenemos la obligación de ser felices y disfrutar
Suscribirse a:
Entradas (Atom)